martes, 27 de marzo de 2012

Continentes




La verdad, no hay mucho que contar. Es lo que tiene vivir, que hace olvidar los asuntos de la narración. Y en una sola frase he utilizado tres verbos en infinitivo, y repito, infinitivo porque cuando te adentras en la estructura de una lengua las palabras pasan de ser contenidos a ser continentes. Y dejas de decir: “siento” para decir I feel, donde la I se pronuncia AI y la L se alarga just a little bit si quieres molar y no parecer la típica española que pronuncia como el culo el inglés. Y los significados se conforman simplemente con llegar, aún con las dudas de haber llegado al lugar adecuado. Solo te queda esperar que aquella que tienes en frente no te mire con cara de te podías haber quedado en tu país, o lo que es peor asienta como si entendiera el contenido mientras se pierde en el continente. 


Y entre continente y continente, os recuerdo que vivo en una isla que no aparece en los mapas de este; nuestro viejo y desquebrajado continente europeo. Puede parecer un asunto sin importancia, pero cuando no existes para el mapa mundi es probable que no existas. Aunque en este caso, para que nos vamos a engañar, no se convierte necesariamente en una desventaja.


Disadvantage:an unfavourable circumstance or condition that reduces the chance of succes or effectiveness (Desventaja: una circunstancia o condición desfavorable que reduce las posibilidades de éxito, o eficacia). Y no lo digo yo, lo dice el Oxford dictionary. 


Lo que es la lengua oye, porque si analizo la diferencia entre el contenido de mi éxito hace 2 años con su contenido actual, sin más remedio llego a la conclusión de que tengo que llamar a todas las personas que he conocido hasta ahora y con las que he hablado en inglés para explicarles que la imagen sobre mi éxito que han construido en su cabeza ya no les sirve para nada, eso, o que van a tener que cambiar la palabra éxito por la palabra tontería en todas las frases. Y eso va a ser difícil porque se me olvidó apuntar sus teléfonos. Total, que al final va  a ser verdad lo de que el lenguaje es un producto socio-histórico, y una herramienta estupenda para la no comprensión, o el modo:"yo me entiendo". Perdona, no te entiendes ni tu.


Una pregunta ¿Qué es para ti el éxito?…. en serio, piénsalo.  Pero no hagas como si lo pensarás, piénsalo de verdad. Piensa en todas las chorradas que te has contado en los últimos meses para convencerte de que no puedes moverte de donde estás, y digo moverte en cualquiera de los sentidos. Si fuera por mi, esta noche pondría a todo el mundo una pistola en la nuca, y al estilo Tyler amenazaría con matar a todo aquel o aquella que mañana no empiece a hacer de su vida lo que realmente desea de ella. 

Por si te apetece saberlo,cosa que doy por hecho porque  por algo estás leyendo esta entrada, para mí el éxito a 27 de Marzo de 2012, es poder olvidar que día es y saber que mi felicidad no depende de las horas, ni del tiempo; o quizás si, pero hoy un poco menos. Levantarme cada mañana convencida de ser lo suficientemente yo como para arriesgarme a perder lo seguro, lo cómodo y a veces lo irremediablemente vacío; quizás no tan convencida,  pero hoy un poco mas; que la abuela del cuarto llame a todos los telefonillos a la 1 de la noche, interrumpa nuestro ebrio encuentro, y se ponga a discutir con medio vecindario sobre un asunto que sinceramente, ya ni recuerdo...creo que tenía algo que ver con la puerta….no se, ya ni me acuerdo. 
El éxito es estar más cerca de la certeza de que el camino se hace al andar, repito: EL CAMINO SE HACE AL ANDAR, y que todos los lugares son bellos si los caminas con la belleza en los ojos; no sentir la angustia cuando entiendo que mis palabras no sirven para convencer a nadie y que el asunto del camino no servirá para mucho más que para retorcer alguna nostalgia durante esa milésima de segundo en la que crees que algún día serás capaz de ser libre; escuchar a mi hermana decirme que me quiere muy rápido, con la vergüenza de su carácter y la generosidad de entender el mío.

El éxito para mi, esta noche de primavera entrante y amenaza mosquitera, es poder hablar, y hacerlo sin tener nada importante, dramático, intenso, sublime y emotivo que decir, nada de nada; solo marañas. Y si por suerte alguna de mis palabras se convierte en alguna de estas cosas, no tengáis la menor duda de que se trata de mis continentes y tus contenidos. 

miércoles, 21 de marzo de 2012

Las mujeres de mi vida


Mujeres de la familia Núñez y OnlyWoman
Las que me acompañan en la vida, como dicen en las bodas: 
Para lo bueno y lo malo, en la salud y en la enfermedad...

 Para las nostalgias y los momentos felices. 
Os echo de menos en mi exilio maltés.
Os quiero

martes, 20 de marzo de 2012

Nostalgia


Hoy es un día para hablar desde la nostalgia. Y como toda la nostalgia, no se enreda entre palabras con la maestría con la que se enreda en las entrañas y en el tiempo. Esta nostalgia que hoy siento por mi tierra no es ligera, ni es calmada, ni se sucede en fotogramas de una película llorona, de esas que se lloran a gusto con la tranquilidad de la manta y el sofá; con la tranquilidad del final de tanta angustia. Creer que no tiene nada que ver con los kilómetros que me separan de los campos bordados con hilo rojo, de las noches de fresquito al calor de las risas en el INDIE, con los aperitivos de olor a sepia y los besos de mi madre. Mi nostalgia no tiene nada que ver con la esperanza de un final feliz. Quiero decir amigas, compañeros, hermanas… que esto que hoy se me agarra a las tetas y me oprime el pecho hasta hacerme respirar muy profundo……….tan profundo y desarmado, proviene de la nostalgia del miedo y la pobreza por esta España  triste y desolada en la que se está convirtiendo nuestra tierra.  

Esta España demolida y trasnochada cuyos trozos golpean la pantalla de mi ordenador; feroces, rápidos y llenos de la rabia…. mudos ante tanta necedad, ante el odio de los insensatos que no entienden de amor. 

A España se le resbala la felicidad, como se resbala la noticia de las 8 am. en el muro de mi Facebook. 

martes, 13 de marzo de 2012

La necesidad “de hacer algo”



Exponerse a la posibilidad de no hacer nada, no parece tarea sencilla.

Me levanto tarde, es cierto. Mientras desayuno leo el periódico, comparto aquéllas noticias que alteran mi paz. Leo el correo y contesto a quién me apetece. Miro mi Facebook; esperando encontrar la mayor fuente de noticias interesantes para mí. Pienso en cual va a ser el objetivo productivo del día: estudiar un poco de inglés, ir al voluntariado, mirar trabajos… Pinto un poco o leo, o pruebo a modificar fotos en el nuevo programa… Va pasando el día, compra, preparar la comida, fregar… Sigo conectada al mundo a través de las redes. Hago la tarea que me haya impuesto ese día durante el desayuno. Llamo a España. Cena. Quizás una peli. Pienso en el día de hoy...Vuelvo a leer, aprovecho mi nuevo libro electrónico.
Y dulces sueños!

Dicho todo esto no parece que “no hacer nada” pueda ser términos apropiados para definir mi vida en Malta, sin embargo ante las típicas preguntas que suelen hacerte en este lado del mundo, pareces una persona inactiva, no productiva… (con todas las connotaciones negativas que esto genera):
¿Estás estudiando? –No
¿Buscando un trabajo? –No …

(Pequeño silencio...) 
¿Y qué haces en Malta?
¿Cómo explicas (en inglés, además) que te apetece pasar una temporada dejándote llevar y dedicarte a disfrutar de lo que surja y te apetezca?

Intentas explicarlo pero generalmente, el receptor del mensaje ya ha hecho un análisis sobre ti, con esa cara que ponemos cuando ya has dejado de escuchar para crear tu propio juicio y, ya dan bastante igual los argumentos.

Parece que cuando lo que hacemos no buscan un objetivo claro; sobre todo si el objetivo que busca no conlleva recibir dinero a cambio, las acciones se vuelven totalmente innecesarias. 
Y, sin darte cuenta, de vez en cuando, resuena un mensaje en tu cabeza que rebota diciéndote "estas perdiendo el tiempo".

Yo creo que es imposible no hacer nada; pero cuando en tu valoración y ponderación de lo que significa “hacer algo” o “no hacer nada”, pruebas y dedicas tu tiempo a "no hacer nada". Te arriesgas a que, lo que eres, comience a ser más importante que lo que haces.

Y, es posible, que eso sea lo que más miedo nos dé.


Ana, terminando una de las tareas propuestas para hoy.

lunes, 12 de marzo de 2012

Malta sexperience (Spanish translation)

No voy a negar, y quien me conoce lo sabe, mis altos niveles de interés por las cuestiones de la erótica; los rituales de cortejo, las tendencias y posturas, los accesos al sexo y demás asuntos sexológicos característicos de cada lugar. No es fácil lanzarse a hacer preguntas al respecto sin correr el riesgo de recibir respuestas de los más diversos tonos y sonidos guturales. Lo que no podía imaginar, es que tendría la oportunidad de vivir una sexperiencia propia de las características que narro a continuación. 


 Estaba yo haciendo mis estiramientos místico-románticos a la orilla del mar. Mi aspecto, lamentable: unas mayas negras marcando estas tiras de piernas que soy últimamente, la coleta ladeada y la cara echándome fuego. Eso sin contar el gesto de encandilamiento que se te queda cuando llevas 15 minutos corriendo con el sol en to la cara. Por cierto, lo de las mayas lo digo en serio, que os creeréis que vais bonicas con las mayas, pero eso solo es producto de vuestra imaginación. 


 En esta especie de plataforma de hormigón pegada al mar donde me ejercito, no suele haber nadie. Bueno yo, y algún turista despistado de los que dicen: Ay que bonico el mar, vamos a bajar verlo!.... El caso es que en pleno trance final, con el soundtrack 3 de la banda sonora de Eyes Wide Shut en el Mp3, veo acercarse a un chaval, bastante joven y recién salido de la INSOMNIA, diría yo si no fuera porque estoy en Malta. Me dice algo que no consigo oír. Como una amable ciudadana me quito los auriculares, y al estilo abuela que no escucha bien le pregunto: Sorry!? Yo tumbada boca arriba observando su cara al revés: Quieres follar? – pregunta el maromo… -¿Cómo?- Pienso yo mientras doy un pequeño respingo de incredulidad, y me incorporo a la posición sentada con las manos apoyadas en el suelo – No, no quiero- respondo. 


A partir de ese momento, he aquí un resumen de la conversación: 
 El: ¿Estás segura? 
Yo: Si, estoy segura (Pero vamos, tampoco le pongáis a esto un tono tajante, porque estaba más en la línea de…mmm bueno friki, que me estas contando, pues no, vamos que no me sale así tan frío) 
Él: ¿Estás segura? Voy a comerte el coño. 
Yo: ….. Eeeeeh!?(Gesto de encogimiento nasal incluido) ¿Pero qué dices hombre? Que no quiero follar contigo. 
El: Vale, vale… 


 A ver, yo veía al muchacho tratando de negociar, ¿sabes? Pues venga ahora te lo como, ahora te doy bien dao, yo que se, sacando sus armas. El caso es que al final pareció comprender que no había mucho que hacer. 
 A continuación, se dirige a un rincón (podría ser oscuro, pero no lo era porque estamos hablando de la 13h de la tarde, total que lo dejamos en rincón) se da la vuelta y comienza a hacer lo que viene siendo auto-tocamientos. Yo, lejos de querer importunarle y ya finalizada mi tabla de ejercicios decido ponerme las zapatillas, atar las llaves de casa a los cordones y largarme de allí, pero se ve que lo de que yo me fuera le quitaba toda la gracia a los tocamientos.
Pensaréis que igual no me costaba nada quedarme un rato a jugar ser un objeto, pero mira, en ese momento no me apetecía jugar a eso con el IMSOMNIA, y además me esperaba la tortilla de patatas del Hugo tras un mes de no-tortilla de patatas. 


 Emprendo el camino hacia el mundo civilizado. El cazador sale de su madriguera y se une a la trayectoria de la presa para volver a preguntarle: - ¿Estás segura de que no quieres? Solo quería darte un poco de buen sexo… perdona si te he molestado. 


Anda, mira que amable el chiquillo. Es que te dejan que… ¿a ver que haces? Te deja en un vacío de códigos que no sabes como actuar. El caso es que yo pienso, cuando alguien te pregunta si quieres follar, tu le dices que no, y te vuelve a preguntar si estás segura una y otra vez….yo es que no se muy bien que espera que haya pasado en el transcurso de ese micro-segundo, ¿que tu coño estalle en chispas con la idea?  


De pronto, atención, me pregunta: - Are you lesbian?.... ¡será posible! 
Ahora entiendo el odio de las lesbianas a las heterosexuales por utilizar su condición para dar calabazas a un tío. Os pido perdón en nombre de todas las cobardes. 


 Finalmente, ya casi con ternura os lo juro de verdad, le cojo del brazo y le digo: Mira tío, de verdad que no quiero. Y ahora me voy a ir. 


 A partir de ahí, despedida cordial y caminos separados. En una situación así, es razonable pensar que pasarías miedo, que te podrías sentir intimidada, o agredida, pero sinceramente yo no lo viví así. Mas bien lo viví  como un intento de negociación con argumentos absurdos donde alguien quiere conseguir algo de otro alguien, cuando en realidad sabe que no hay nada que hacer desde el principio. Vamos, como cualquiera de las que te encuentras todos los días.
Carmen.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Día 8 de Marzo: Mi vecina



Me encontré con la vecina de al lado cuando vivía en la casa de la puerta roja. Yo con la  tostada en la boca y los ojos de pisto; ella con el billete de 20 euros en la mano y toda una vida sin pensar en su bigote. Esperaba al repartidor del gas con los calcetines blancos asomando bajo las babuchas. Esperó más de media hora,  durante la cual, me habló sin parar en un inglés Malteño bastante más rico que mi inglés español. No le parecía ni medio normal que estuviera en casa con el día que hacía, en vez de estar caminando por la playa y tomando el sol. Para explicar esto último, hacía aspavientos con las manos y simulaba con gestos el placer de tumbarse a la bartola. Hablamos también del pescado fresco. Mi vecina conoce la mejor pescadería de la zona, y como está un poco lejos y yo no parezco entender lo que me dice, se ofrece a acompañarme a comprar pescado cualquier mañana: “Me tocas a la puerta, y te acompaño”-dice. “Pues mira que bien” pienso yo. Por supuesto, para poder tener una imagen realista de toda esta secuencia, nos faltaría añadir las diferentes interrupciones que hacía durante la conversación para hablar con los vecinos que pasaban por la calle, y los operarios eléctricos que andaban esa mañana arreglando una avería. Cuando entré en casa y cerré la puerta, varias imágenes se cruzaron fugaces por mi cabeza; el trayecto desde el portal de mi casa hasta la churrería, con las monedas sudadas en la mano a la ida, y las fritillas remolidas al regreso, de tanto darle vueltas a la bolsa. La bajada por la cuesta de la casa de mis abuelos en Bogarra, para ir anca Carriles a comprar el pan, con un billete arrugado entre las manos, cuya existencia peligraba ante cualquier entretenimiento que encontrara en el camino. “Y quiero las vueltas”- decía mi abuela Rosalía. Las vueltas venían medio a medio: “¿y las vueltas, ya te las has gastao? y en seguida encontraba una ocupación mejor que andar echándome la bronca por la bolsa de gusanitos.

¿Por qué estas imágenes? Supongo que porque tienen en común a las mujeres; organizadoras, economistas, distribuidoras, gestoras de los hogares;  que organizan su vida y cuidan las de los demás sin mucho tiempo para pensar entre un paso y otro. Esas mujeres andan por todo el mundo, y hablan todos los idiomas. Mujeres que aprenden a seleccionar lo importante.  Las fritillas remolidas, las vueltas escasas y el bigote son nimiedades comparadas con una vida llena de relevancia.


Sin obviar el reconocimiento a los cada vez a más hombres que entienden la cooperación y el cuidado como una cuestión de amor y no de masculinos y femeninos.  Hoy, 8 de Marzo del 2012, con el cuerpo en Malta, y el alma en el regazo de Mercedes, quiero felicitaros a todas, por vuestro trabajo, y vuestro papel en la historia. 
Carmen.

lunes, 5 de marzo de 2012

Balcones

Sliema es un pueblo pequeño con calles empinadas. Da igual cuál de esas calles elijas, llegas al mar, no sabes cómo lo haces, y estás segura de no poder volver a repetirlo. Supongo que, hace algún tiempo fue el típico pueblo pesquero aunque hoy está dedicado al turismo. No hay casas con más de dos alturas y todas ellas tienen balcones hechos de madera pintados de intensos colores. Samuel piensa que se pintaban con las pinturas sobrantes de pintar los barcos. Realmente a mi me da igual cuál fuese el motivo, solo sé que me encanta este sitio. 



No sé muy bien por qué sera si por las calles empinadas, por el mar, por los balcones de colores, por la luz al medio día... pero, sucede algo en las emociones; en el estómago, que es dónde suceden las cosas que son importantes. 

Aunque a veces, nos cueste darnos cuenta.
Ana.

sábado, 3 de marzo de 2012

El principio






Cuando sales fuera de casa, esperas traspasar una línea gruesa que separe tu vieja vida de tu nueva vida. Es algo que simplemente se espera. Y en esa expectativa se encuentra el sentimiento de nostalgia anticipada, el miedo a no saber que decir, la extrañeza ante cualquier establecimiento de cualquier producto idéntico al que podrías encontrar en tu país. Tras esa línea gruesa esperas encontrar la incertidumbre; me habré equivocado, quiero volver, ¿Quién son estas personas? No se, un sin fin de sensaciones programadas para cuando una se desarraiga. Normalmente esa línea no es un dibujo en el suelo, ni aparece a una hora concreta, más bien se siente por dentro, como si de pronto todo lo que ves, lo que oyes, y respiras fuera extraño e irreconocible. Eso esperaba al llegar aquí, porque en realidad cuando ocurre, ocurre pronto, casi al bajar del avión o cruzar el primer umbral del primer piso en el que vas a vivir. Curiosamente, no he sentido nada de eso al llegar a Malta. Curiosamente no ha habido líneas de separación a este lado del mediterráneo. La gente no corre por la calle, ni parece estar obsesionada con llegar a ningún lado. Los barrios parecen barrios de tiendas pequeñas llenas de productos de todas las categorías y sin ningún control antirrobos. 

Vivimos en una ciudad llamada Sliema, Samuel dice que es como Minaya. Y no se si es como Minaya porque nunca he estado allí, pero Sliema es una ciudad pequeña y tranquila, rodeada de agua y una vista de síndrome de Steandal que te entran unas ganas de llorar que no sabes como es posible que una sola imagen provoque esas ganas de llorar. Y digo una vista porque dejando al margen el agua, los barcos y los metros de costa que se divisan desde cada uno de los puntos de la isla, la imagen nocturna sobre la cúpula iluminada y el camino de puntos de luz que persiguen la longitud de sus fachadas, la dejan a una temblando y con los ojos llorosos. La ciudad vieja y derruida se asienta en la base, extendiéndose a derecha e izquierda con la perfecta simetría del desorden. Igual es porque me pilló de sorpresa y con la nocturna para piano de Chopen en los oídos, pero este podría ser el mejor de los principios. 
Carmen.